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Después de mucho tiempo, retomo este sitio para desear a los lectores una Feliz Navidad y un Feliz Año Nuevo 2020. La Navidad es un tiempo de luz y alegría. Reunirse en torno a la mesa, disfrutar de ricos manjares, intercambiarse regalos, compartir las vivencias con aquellos a los que hace mucho que no hemos visto..., son algunas de las esencias de estos días tan especiales, podríamos decir que mágicos. Para los cristianos es el momento ideal para reflexionar sobre la transcendencia del nacimiento de Jesús, de Emmanuel, Dios con nosotros. Su mensaje no propugna la rotura de cadenas políticas o económicas; es un mensaje de liberación, sí, pero de liberación espiritual, ética y moral. Un mensaje que el calor de la Navidad ayuda a visualizar de nuevo, igual que la llama de una vela, al acercarse a un pergamino con un mensaje secreto escrito con tinta especial, lo hace visible al ojo humano. La Navidad nos recuerda que debe haber en nuestra vida espacio para la alegría y para el regoci...

La Biblia Católica para la Fe y la Vida se trata de una excelente aportación de la editorial Verbo Divino a la divulgación de la riqueza de los contenidos bíblicos entre los creyentes. Pero no es solo eso. También ofrece herramientas para que, desde dichos contenidos, se mejore la calidad y profundidad de nuestra vida cristiana. Aunque está dirigida inicialmente al mercado hispanoamericano, la Biblia Católica para la Fe y la Vida puede ser también muy útil a los católicos y católicas españoles. Consta de 1000 comentarios y 380 ilustraciones, así como de introducciones a las secciones de la Biblia y a cada libro, vocabulario bíblico, perspectiva católica sobre textos bíblicos clave, símbolos bíblicos ilustrados y comentados, personajes bíblicos principales, guías para orar y reflexionar con la Biblia, comentarios desde las culturas latinoamericanas, indígenas, hispanas/latinas de Estados Unidos y otras del continente americano, leccionario y calendario litúrgico, índices especializado...

Si hay una parábola que sintetiza magistralmente el núcleo del mensaje de Jesús, esa es la parábola del hijo pródigo. En ella  nos ofrece la imagen exacta que de Dios quiere que tengamos. Un Dios que es como un padre, un padre justo, recto, pero también generoso, flexible y comprensivo con los errores de sus hijos. Un padre, en definitiva, que perdona y celebra el retorno del hijo al que daba por perdido. Jesús también retrata magistralmente a los diferentes personajes de la historia: el hijo pequeño, joven y alocado, con ganas de disfrutar la vida desbordando todos los límites; el hijo mayor, más sosegado y conservador, responsable y cumplidor, como corresponde al heredero de un linaje que tiene que perdurar. Unos criados que obedecen sin preguntar, que matan el ternero y lo cocinan, que cantan y bailan con el recién llegado. La alegría parece no ser plena al reaccionar el hijo mayor de una forma en cierta manera comprensible: ¿mi hermano, que es un golfo, se lleva lo mejor que t...

En el evangelio de hoy (Mc 9, 14-29), Jesús expulsa del cuerpo de un niño a un mal espíritu que lo mantiene mudo y sordo. Previamente el padre de la criatura ha pedido a Nuestro Señor que los ayudara, si es que podía. La respuesta de Jesús ha sido rotunda: Todo es posible para el que tiene fe. La fe, ese don que recibimos gratuitamente y que debemos guardar como un tesoro, hay que sacarla a relucir con valentía en los momentos críticos. Jesús tenia fe en sí mismo y pedía a los que se acercaban a él que también la tuvieran. A menudo, por nuestra debilidad, somos incapaces de confiar en nosotros mismos, en nuestra fuerza interior, y nos dejamos llevar por el conformismo. Y lo que podía haber sido una realidad luminosa y diferente, continua anclada en la monotonía y la desesperanza. Pidamos a Nuestro Señor que nos ayude a asirnos a nuestra fe en los momentos trascendentales, para que así tomemos decisiones radicales que hagan de nuestra vida una realidad nueva y llena de alegría. Llena...

Hoy, festividad de San Pablo, nos viene a la cabeza su famosa caída del caballo. Esa imagen tan impactante es el paradigma de todas las conversiones. No hay para menos. La evolución de Pablo de Tarso, de perseguidor feroz de cristianos a adalid del cristianismo, nos hace ver cómo todo es posible en el terreno de la fe. Nadie puede declararse 100% impermeable. Pero lo importante de todo esto no es cómo fue la conversión, sino la conversión en sí misma. Todos tenemos un Pablo dentro nuestro que nos arrastra por los caminos del orgullo, la autosuficiencia y la intolerancia. Y a su vez, todos somos capaces de liberarnos de esos yugos y dejarnos llevar por la humildad, la caridad y el amor. Aunque nos parezca que nuestras vidas nunca podrán escapar a la aridez del egoísmo, el mensaje de Jesús, y Él mismo, nos esperan con los brazos abiertos para que, cuando caigamos del caballo, no nos lastimemos sino que nos levantemos con ganas de vivir según los mandamientos de la ley de Dios. Aquellos ...