Por qué somos católicos
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La denominación católico, para los que lo somos, se asume insconscientemente, casi sin darnos cuenta, pues el énfasis que se pone en nuestra educación religiosa es en ser cristianos. Dicho matiz, católico, al menos en los países que tradicionalmente lo han sido (España, Italia, Polonia, Francia...), parece no tener gran importancia. Pero la tiene. En un mundo herido por la división y los intereses locales, el hecho de sentirse unido por la fe a gentes de todos los países y razas es reconfortante. No importa dónde estés ni con quién, pues sabes que aquella persona o aquel grupo humano entienden y comparten tus creencias, tu lenguaje y tus anhelos. Roma, el Papa, los cardenales, son la cara visible de una Iglesia universal que nace directamente del humilde grupo de apóstoles de Jesús, que tras su muerte se expandieron por las orillas del Mediterráneo y culminaron en Roma, con el martirio de San Pedro, la obertura al mundo. Unidad no significa uniformidad: la Iglesia católica está forma...