Todo es posible para el que tiene fe
En el evangelio de hoy (Mc 9, 14-29), Jesús expulsa del cuerpo de un niño a un mal espíritu que lo mantiene mudo y sordo. Previamente el padre de la criatura ha pedido a Nuestro Señor que los ayudara, si es que podía. La respuesta de Jesús ha sido rotunda: Todo es posible para el que tiene fe. La fe, ese don que recibimos gratuitamente y que debemos guardar como un tesoro, hay que sacarla a relucir con valentía en los momentos críticos. Jesús tenia fe en sí mismo y pedía a los que se acercaban a él que también la tuvieran. A menudo, por nuestra debilidad, somos incapaces de confiar en nosotros mismos, en nuestra fuerza interior, y nos dejamos llevar por el conformismo. Y lo que podía haber sido una realidad luminosa y diferente, continua anclada en la monotonía y la desesperanza. Pidamos a Nuestro Señor que nos ayude a asirnos a nuestra fe en los momentos trascendentales, para que así tomemos decisiones radicales que hagan de nuestra vida una realidad nueva y llena de alegría. Llena...